INTROVISIONES Por Miguel Grinberg
Durante muchos años he ofrecido numerosas charlas sobre una vasta
gama de asuntos, tratando de expresar y exponer visiones de mundos posibles,
sendas hacia la plenitud y clarificación de alternativas en medio de la descomposición
del mundo contemporáneo.
He sido siempre bien recibido y gran parte de lo testimoniado
quedó registrado en
Han sido temporadas de siembra intensa durante las cuales se
fueron enhebrando amistades, nuevas solidaridades y propuestas generadoras de
situaciones originales. Así nacieron –entre otras– las revistas Eco
Contemporáneo y Mutantia,
Pero algo no cierra entre tanto apasionamiento sembrador: una y
otra vez compruebo que gran parte de la gente que se ha aproximado a tantas
proposiciones lo ha hecho como espectadora y no como protagonista de
iniciativas tangibles. Más como testigos que como participantes. Es decir, no
supieron ni saben qué hacer cabalmente con la información recibida. Como
coleccionistas de “buenas noticias” que no llegaron a incorporar a sus vidas
cotidianas las ideas, los ejemplos, las visiones.
No se trata de una limitación argentina. La he verificado durante mis
viajes por las Américas, desde los tiempos de
Ser un pensador de vanguardia conlleva este tipo de experiencia
recurrente: te entienden pero en general se quedan en el molde, regresan
siempre al marco de referencia tradicional donde se siguen comportando como
consumidores y contribuyentes según los parámetros salvajes de
Son tiempos de confluencia y renovación. De inauguración y
alabanza. Aunque la multitud argentina sigue absorbiendo los vacíos
multicolores que emanan de
La única unanimidad universal es la luz. No tiene dueños ni
administradores. Por consiguiente, hay muchas latitudes de experiencia y de
sabiduría en el orbe. No todas son compatibles. No todas son confrontacionales.
Hay gente que vive en el pasado y hay gente que vive en el futuro. Hay gente
que vive en el efímero presente. Hay otra gente que vive en el eterno presente
y hay mucha gente que no vive, apenas dura. Entre sí dan la impresión de
pertenecer a planetas distintos. En ocasiones es así. En ocasiones no: así como
en el organismo humano hay diferentes funciones (las células del hígado cumplen
funciones hepáticas y no rivalizan con las células nerviosas) (y viceversa),
del mismo modo sucede en
Conspiraciones y Logias secretas hubo siempre. Cada una con su
proyecto hegemónico. No obstante, hay en marcha algunas germinaciones
espirituales que no son patrimonio de los Grandes Piratas. He allí un atractivo
punto de inserción. Apto para almas en sintonía con un porvenir inserto en el
momento actual. La oscuridad no tiene poder propio: es ausencia de luz.
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