RICARDO CELMA : LOS PILARES DEL ARTE


Las calles del barrio de Boedo suelen ser tranquilas al mediodía, mucho más cuando uno se va alejando de la avenida San Juan. Los más antiguos cuentan que cuando la cancha de San Lorenzo estaba a pleno sobre avenida La Plata no había demasiada paz para los vecinos. Por eso mismo muchos no quieren que vuelva a su lugar de origen. Todo un tema para analizar en algún momento. En esta nota el tema que nos ocupa no es el fútbol, quizás tenga algo de lo que irradia ese deporte, porque en el arte hay pasión, y mucho más cuando el artista a entrevistar es Ricardo Celma, un apasionado por su trabajo, la pintura.

La pintura de Ricardo Celma nos invita a adentrarnos en un mundo que se mueve entre lo místico y lo carnal. Hay cierta religiosidad fundida con un entorno que nos transporta a un mundo bello e inquietante a la vez. Ricardo juega con elementos clásicos y contemporáneos introduciéndonos en una dimensión donde se difuminan las fronteras que consciente e inconscientemente va creando. También destaca la luz en sus obras incluso cuando éstas se encuentran sumidas en pasajes oscuros. La figura humana por sobre todo elemento metafórico. La figura humana en Celma es poesía, música y paisaje en primer plano, después, todo lo demás: las técnicas, el equilibrio, el color, la composición, etc. Sus rostros de miradas transparentes dejan ver un mundo de ilusión, de deseo, la óptica de un mundo sin violencia. Por eso mismo me animo a decir que Celma navega por los caminos de la paz, una paz interior y exterior, en el sentido más puro.

Viene a mi memoria aquella entrevista “Antes del fin de la pintura”, realizada por nuestra revista en donde el mismo artista reflexionaba: “Cuantas veces leí y escuché que el arte había muerto, que la pintura de caballete ya no tenía sentido. Cuantas veces a los artistas que tratamos de seguir un oficio y reverenciamos las técnicas de nuestros maestros nos rechazan de todo evento artístico novedoso o vanguardista, pero ¿Hay algo más novedoso para estos tiempos que vivimos que este tipo de pintura?, en una época donde todo es vorágine y vértigo, el arte te obliga a contemplar. En un tiempo donde todo se acelera, el arte te lleva a respirar profundo y tener objetivos pensados con tiempo. Ahora que todo es virtual ingrávido inmaterial, el arte te hace sentir las texturas, ahora que la tecnología avanza aplastando todo lo anterior, para hacer este arte necesitas solo de un pedazo de carbón como hace 12000 años… Además, mientras sienta esa necesidad de agarrar un pincel y olvidarme del mundo, sus problemas y sus miedos, y solamente hundirme en pensamientos que se transforman en colores e imágenes, voy a seguir disfrutando…”. (Nº 149 – Marzo 2011)

Hace unos días atrás volví a encontrarme con Celma en su casa-taller del barrio de Boedo, pero esta vez para hablar de su nuevo libro: “Los pilares del arte”, un trabajo digno de leer. Bien lo dice en su contratapa: ¡Este no es solo un texto teórico, es una experiencia para disfrutar!


Celina Vive!: Cuándo surge la idea del libro, es actual o se venía gestando desde mucho tiempo atrás?

Ricardo Celma: “La idea del libro en sí es actual… Hace por lo menos 10 años que venía juntando material, escritos, pensamientos sobre el arte, etc… Hará unos 4 años atrás que vino a visitarme un ex profesor de Filosofía, Leopoldo Ferraris, es filósofo y pedagogo, y me dijo que deberíamos hacer algo juntos, y le comenté que tenía un montón de escritos, y nos propusimos juntarnos para ver qué salía de todos esos archivos. Primero fue un texto informal, educativo, y después con el tiempo se convirtió en la idea del libro…”.



CV!: Y una vez que viste el libro ya finalizado, cuando tuviste un ejemplar en la mano, cuál fue tu reacción?

RC: “Fue conmovedor, no esperaba que me conmueva tanto, tener el libro fue muy emocionante, quizás porque es la compilación de años de pensamientos e ideas, fue mucho trabajo el hecho de concretar conceptos, que a veces son muy abstractos en el pintor, y aparte sacar una conclusión, fijar una postura en el arte… Todo eso fue muy emotivo, el hecho de verlo plasmado en el libro, me dieron ganas de llorar, quizás debe tener algo fundacional, el hecho de plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro… El año pasado, te comentaba anteriormente, cuando planté un árbol en los jardines del Vaticano, fue un momento que lloré a mares, fueron momentos muy emotivos… Son esos instantes que uno no olvida nunca, igual que cuando nació mi hijo…”.

CV!: Cómo fue la presentación de “Los pilares del arte” en la Feria del libro de la Rural?

RC: “Fue impresionante la cantidad de gente que se reunió. No lo podíamos creer. La circulación del libro tampoco lo puedo creer. Tengo pedidos de Hong Kong (China), de críticos importantes de España, México, etc. Nosotros, primero que nada queremos que pueda llegar a todo el país a un precio muy razonable, luego que recorra el mundo…”.

CV!: Por qué crees vos que la gente tiene que tener el libro?

RC: “Me encantaría que la gente llegue al libro, y si no puede llegar al libro que se acerque a la idea. Por ejemplo, “La teoría de la relatividad” de Einstein, no mucha gente la leyó, pero la idea circula y todos la tenemos como parte de una verdad. Mi sueño es que la gente llegue al concepto de lo que dice el libro, que es redefinir el arte, que el arte vuelva a ser algo complejo en el sentido de que hacer arte tiene que ser algo profundo, y ser artista tiene que ser algo de todos… El libro tiene un subtítulo que dice: “Todos podemos ser artistas”, e iba a tener un segundo subtitulo que iba a decir: “pero no todo es arte”. Una de las cosas que trata el libro es que en el Siglo XX se invirtió esa premisa, en donde ser artista es algo muy especial, los artistas como seres distintos, seres especiales, se utiliza la palabra “snob”, que viven como separados de la realidad, y también que el arte es cualquier cosa, y yo digo que tiene que ser algo totalmente al revés… Ser artista es algo que todos podemos serlo, y es alguien que se tiene que poner al servicio de la sociedad, el pintor tiene que crear imágenes que la gente necesita ver y ponerse al servicio de los demás para hacerlas. Hacer arte no es hacer cualquier cosa. Para mí una banana pegada o un matafuego en el piso no es arte, en el libro explico por qué… Paso por todo el pensamiento Platónico, Socrático, Aristotélico, un recorrido por lo medieval, renacentista, tratamos de hacer una búsqueda filosófica de por qué el arte nunca fue lo que se considera que hoy es y por qué debería volver a tener una definición por lo menos con cuatro pilares: pensamiento, sentimiento, oficio y comunicación…”.



Siento que es un libro necesario, útil, práctico e inteligente. No tengo dudas que es un libro dedicado a los amantes del arte (artistas, allegados, espectadores, etc.)

Quiero desde este humilde espacio recomendarlo.

Me despido con un texto que aparece en la contratapa: “Mientras transitas estas páginas, descubrirás un libro sensible y conceptual que pretende llegar a todos con un lenguaje claro y didáctico. Podrás distinguir qué es arte y qué no lo es, como así también qué son la belleza y la estética. Aprenderás a ser más creativo con ejercicios y métodos simples, y a ser más sensible como espectador…”

Entrevista: Carlos Romano

Foto: Romano

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