EL MUNDO QUE VIENE Por Miguel Grinberg
Hay un potente impulso renovador en todas partes, a la par de una gran descomposición que singulariza a las sociedades del planeta. Esto no implica el "fin del mundo" sino el agotamiento de una manera de concebir el mundo... Somos los exploradores de un nuevo futuro. No como conquistadores a la antigua sino como precursores de situaciones inéditas.
Es imposible salir del laberinto a través del
laberinto. Es imposible solucionar el sofocamiento imperante de la imaginación
mediante herramientas que niegan la imaginación. Es imposible reinventar una
sociedad deformada con las mismas caducas instituciones que la deformaron.
¡A inventar se ha dicho!
La humanidad está en condiciones de remontar las crisis de esta época mediante un retorno al uso de recursos que siempre dieron buenos resultados y que fueron puestos a un lado por las tentaciones de
El nuevo “antiguo” camino individual y social que se abre ante nosotros resume principios materiales y espirituales. Por un lado, producir y consumir lo que genuinamente necesitamos para una vida satisfactoria. Por el otro, re-descubrir nuestro papel protagónico en la trayectoria evolutiva de nuestra especie.
Este desafío nos exige un grado de lucidez que no puede ni debe emanar de la ideología sino de un intenso y profundo compromiso existencial. Nos toca reinventar la vida humana en
El mundo que viene será un mundo de auto-gestión, replanteo de la vida urbana, simplicidad voluntaria, frugalidad cotidiana, solidaridad comunitaria, responsabilidad ambiental, autonomía laboral y vida consciente fundada en disciplinas meditativas.
Un Nuevo Mundo y una Era Nueva ya están entre nosotros, los tripulantes de
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