Elogio de la Afirmación (20) Por Miguel Grinberg
175. A medida
que pasa el tiempo, es posible observar un
deterioro acelerado de nuestro entorno cotidiano en todos los planos:
individuales, familiares, laborales, urbanos, comunicacionales, etc. No se
trata de una fatalidad súbita ni del resultado de una vocación suicida de la
ciudadanía. Las metrópolis están colapsadas por problemas sociales, económicos
y estructurales. El sistema educacional no da respuestas a las transiciones
radicales de esta época de conmoción colectiva. Los partidos políticos se vuelven
más y más obsoletos como consecuencia de la pobreza mental de sus
articuladores.
176. En el plano rural, la antropóloga brasileña
Helena Allegretti ha destacado que el proceso de globalización
de los mercados del reciente fin de siglo, a la vez que desarticula la agricultura
tradicional, genera desempleo y margina a grandes sectores de la población,
abre un espacio para movimientos sociales cuya identidad se diferencia de la
clásica lucha de clases entre capital y trabajo. Pero se trata de un proceso
incipiente, limitado por la lucha cotidiana para sobrevivir y por el
embotamiento de las expansivas poblaciones metropolitanas.
177. En este plano, el de las
grandes ciudades, el flujo creciente de refugiados ambientales, de gente sin
tierra y sin casa, la multiplicación de indigentes y la retracción del terreno
laboral, inciden en la consolidación de un clima en parte signado por la
indiferencia, y en parte por rituales delictivos. Al mismo tiempo, la Internet
se presenta como un repositorio de sabidurías de todo tipo, pero en general no
se logra “bajar” tales potenciales a la vida cotidiana.
178. El comunicador digital
colombiano Omar Villota Hurtado ha resaltado que el cambio de cultura facilitado por los
medios electrónicos no es nada fácil para mucha gente, dado que las interfaces
(una conexión física y funcional entre dos aparatos o sistemas independientes,
por ejemplo: los entornos de comunicación) no son
todavía amigables y se requieren conocimientos básicos en el manejo de
los computadores. Ante estos desconocimientos, muchas personas e instituciones
siguen a favor del uso telefónico (celular) y del correo ordinario. Y peor
todavía: componen su visión del mundo a través de los parámetros patológicos de
la televisión comercial globalizada, incentiva por la ritualidad del consumo
mecánico de mercaderías.
179. En otras épocas, los movimientos estudiantiles
fueron los pivotes de un fermento de resistencia civil ante los avances del
totalitarismo fomentado por los sectores más regresivos de muchas sociedades:
hoy brillan por su ausencia en el contexto de un siglo cada día más injusto e
inclemente.
180. ¿Qué caminos se abren pues para quienes todavía no
han claudicado y se plantean el uso creativo de sus dones personales? La
respuesta no es sencilla porque la famosa “democracia” se ha convertido en una
entelequia al servicio de expansivos de poder aplicados a la instrumentación
corporativa de las multitudes.
181. Wilhelm Reich, un sabio terapeuta adelantado a los
tiempos que nos toca vivir, afirmó hace años que “una de las características de nuestro tiempo es que está naciendo un
nuevo tipo de movimiento social, y que los líderes de los gobiernos no tienen
la más mínima sospecha de lo que está ocurriendo; estos líderes han moldeado
sus ideas según pautas de pensamiento antiguas y persisten rígidamente en el
error. A primera vista es sorprendente, aunque totalmente lógico, que ninguno
de los problemas básicos que generan los movimientos y levantamientos populares
se mencionen en parte alguna del batifondo gritón, aullador, gesticulante que
se ha apoderado de nuestras vidas.”
182. Añadía que “es de conocimiento
público, y no necesita de mayores pruebas, el hecho de que la actual conmoción
de la sociedad humana no tiene verdaderos líderes; en otras palabras, en el
horizonte visible no hay nadie que pueda constituirse en lo que Cristo llegó a
significar para la era cristiana o en lo que fue Confucio para la cultura
asiática. Los líderes contemporáneos no son más que agentes de la seguridad de
este o aquel aspecto del statu quo, o simplemente piratas en mares sin ley. Son
como los saqueadores de mercaderías que campean en los tumultos que siguen a
una inundación o un terremoto.”
183. Vaticinaba que crecerá un nuevo tipo
de ser humano y transmitirá sus nuevas cualidades –que serán las cualidades de
la Vida sin restricciones– a sus hijos y a los hijos de sus hijos. Nadie puede
anticipar cómo será esta Vida. No importa cómo sea, será ella misma y no el reflejo de una madre enferma o de
un pariente apestado. Será ella misma, y tendrá el poder de
desarrollar y corregir lo que impida su propio desenvolvimiento. Remarcó Reich:
“Nuestra tarea es proteger este proceso de las plagas dañinas, salvaguardar su
crecimiento, aprender a tiempo qué es lo que distingue a un niño que crece como
la Vida manda de un niño que crece como mande el interés de esta o aquella
Cultura o Estado o Religión o Costumbre o extravagante idea de la vida. A menos
que esto se cumpla, no habrá esperanza alguna de dar fin a la matanza masiva.”
184. No es algo propiedad de una ideología,
una religión, un grupo financiero o una tribu de profetas alucinados. Es algo
que late en el corazón de mucha gente a la espera del momento oportuno para
crecer y multiplicarse.
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