CARLOS BISSO Y SU CONEXIÓN CON LA VANGUARDIA Por Fabián Fuentes



Carlos Norberto Bisso se caracterizó por su fuerte voz grave, pero también por una imagen rockera, inédita para esos tiempos, usando campera de cuero negra, patillas y unos enigmáticos guantes de cuero negro que dieron origen a gran cantidad de versiones.

A mediados de los años sesenta solía subir a escenarios con su guitarra y encarar covers de procedencia sajona, que una voz agraciada, de cadencias equilibradas y perfecta dicción volvía seductores y hasta parecían dar un lustre encomiable a las originales. El productor Claudio Kleiman le propuso armar una banda que comenzó llamándose Éxtasis y hacia fines de 1967 toma el nombre de Conexión N° 5, sobre todo a partir de un contrato firmado con la disquera RCA.

El grupo se conformó con Raúl “Cuervo” Tórtora en batería; Marcelo Trull en guitarra; Mario Ricciardelli en teclados, y Rubén Blanco en bajo y los géneros que abordaron fueron fundamentalmente el rock, el beat, el soul, la psicodelia y en su primer disco del año 1969, incursionaron en el bubblegum, un ritmo de impronta fácil y directa –no más de tres acordes– generado por bandas creadas por productores británicos y estadounidenses.

Uno de los temas se llamaba “Chewy Chewy”, que era un acabado ejemplo de este ritmo con aires psycho-beat, perteneciente a la banda norteamericana Ohio Express. Con su poderosa versión, y otros tres temas que integraban el disco, Conexión Nº5 vendió mucho más que la versión original. El tema se emparentaría con otro suceso discográfico llamado “Nobody by me”, un tema que popularizaron los estadounidenses de The Human Beinz y que animaba las boites y boliches bailables de la época y explotaba en las fiestas masivas de los clubes. La versión de Conexión N° 5 quedó sonando en el imaginario de casi toda una generación.

Buena parte de los covers grabados por Conexión N°5 eran aún desconocidos en Argentina, e incluían canciones de The Doors, de los británicos The Equals, que arrasaron con ese éxito conocido como “Baby Come Back”, y del neocelandés John Rowles, también con la súper rankeada “Cheryl Moana Marie”, todas interpretadas en inglés. Hacia 1970, el cantante, que además de sus siempre enigmáticos guantes negros lucía coloridos trajes psicodélicos con típicos pantalones pata de elefante, se separa de la formación original y arma Carlos Bisso con su Conexión Nº 5, formación integrada por Bu Gathu en bajo; el inmenso Carlos Franzetti en órgano y piano; el también genial Osvaldo López en batería y Juan “Gamba” Gentilini en guitarra, quien reemplazó a Norberto Pappo Napolitano, que había tocado en vivo con la banda durante algunos meses. El destacado guitarrista Ricardo Lew y el bajista Adalberto Cevasco –enormes protagonistas de jam sesions– fueron parte de Conexión.



Décadas después, ya radicado en Estados Unidos, Franzetti reconoció que “Bisso, el querido negro, fue, para mí, no una, sino la mejor voz de nuestro país”. En el segundo álbum de Conexión…, en donde había temas como “Acuario, deja que entre el sol”, “Gotas de lluvia caen sobre mí”, el beatle “Obla-di-Obla-da” participó el guitarrista, compositor y director de orquesta Rodolfo Alchourrón, justamente moviendo la batuta, lo que dio al disco una calidad notable para esos tiempos.

Luego grabaron otro disco, ahora con un ligero cambio en el nombre de la banda, que pasó a ser Carlos Bisso y su conexión N° 5 y ya algunas canciones ocuparon los rankings durante varias semanas seguidas, como fue el caso de “Sing Sing Barbara”, de la banda norteamericana Mardi Gras; la ganchera “Venus”, de la banda holandesa Shocking Blue, y “Orgullosa Mary”, del Credence John Fogerty. La producción de la banda quedó registrada en numerosos discos simples y tres álbumes con las diferentes formaciones y títulos similares: Conexión número 5, Carlos Bisso con su Conexión número 5 y Carlos Bisso y su Conexión número 5.

Bisso compuso algunos temas propios, uno de los cuales, “Mundo de odio” figuró en los tops de las radios más escuchadas. También ocurrió lo mismo con su versión en inglés de “Muchacha ojos de papel”, del Flaco Spinetta. En 1971 resultó ganador del Primer Festival de la Canción Argentina Para el Mundo, realizado en el Luna Park, con el tema “Qué difícil es vivir entero”. En ese mismo año fue protagonista de un cortometraje ganador de premios internacionales llamado Los buenos sentimientos, dirigido por Bernardo Borenholtz.

Y así, a mediados de 1973, Bisso editó un single con los temas “Americano soy” y la balada “Dame compañera”, este último compuesto por un militante chileno integrante del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), que recaló en su casa huyendo del golpe perpetrado por Pinochet en el país trasandino, y que alude directamente a una historia de la militancia. Pero esos dos temas fueron parte de un disco registrado que nunca vio la luz y durante casi 50 años se creyó perdido.

Quizás Americano Soy se constituya como uno de los puntos más altos en la trayectoria del cantante y seguramente quedarán en el misterio las razones por las cuales el disco no fue editado en su momento. Algunas versiones –de productores, de otros músicos– señalaron que las disqueras concebían a Bisso como la figura rutilante de Conexión N° 5 y desconfiaron de un registro más íntimo y honesto con su pensamiento, es decir, no creyeron que el disco fuera un suceso como los que tuvo con los grabados con su banda.

Un cantante excepcional con una precisa conciencia social al servicio del gesto artístico.



FUENTE: EL CIUDADANO Y LA REGION

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