EDITORIAL ¿Quién fue Juan Rava?


Juan Francisco Rava nació en Capital, el 19 de octubre de 1962, pero vivió toda su vida en nuestro barrio. Hizo la escuela primaria entre el Colegio Marista Macnab Bernal y el Instituto Don Orione y la secundaria, recibiéndose de Maestro Mayor de Obras, en la Escuela Técnica N° 18 José Antonio Álvarez Condarco en Flores. Terminando sus estudios de manera nocturna, ya que durante el día ayudaba a su padre en su trabajo. Su equipo de fútbol era el Club Atlético Vélez Sarsfield. Como verán detrás de cada héroe hay un ser humano de carne y hueso.



Juan ingresó al Servicio Militar el 1˚ de abril de 1981 en el Centro de Instrucción de Infantería de Marina “Pereyra Iraola” hasta el 25 de mayo de 1981 que fue trasladado al BIM 5 de Infantería de Marina de Río Grande (Tierra del Fuego), lugar desde donde parte a las Islas Malvinas el 9 de abril de 1982. Estuvo casi 72 días en las islas como “apuntador”, manejaba una ametralladora, y vale aclarar que Juan fue uno de los pocos argentinos que hizo pie en las islas durante el conflicto. Falleció entre el 13 y 14 de junio de 1982 en pleno combate. Hoy, como es sabido, una calle de nuestro barrio lleva su nombre, y un sencillo monumento lo recuerda en la esquina de Gral. Pinto y Juan Rava.



Varias veces hablamos a través de las páginas de Celina Vive! de diversos homenajes realizados en nuestro barrio al valiente soldado, al niño vuelto hombre en un instante, varias veces hablamos con su madre Sofía, aquella madre que llevó por siempre el eterno dolor de la pérdida de un hijo, pero también a través de la personalidad de esta madre uno descubrió una enorme cuota de sabiduría, digo esto porque ella no proyectó ni odios ni rencores, ella a pesar de la guerra siempre continuó hablando de amor, el amor entre hermanos, el amor de los vecinos, el amor por su hijo y por su familia, y creo que es la mejor manera de combatir cualquier fantasma de un conflicto bélico absurdo, como todas las conflagraciones, no se justifican a pesar de los derechos de cada país.

Un nuevo 2 de abril, y nuestro pequeño homenaje para él, y para una madre que ha demostrado ser tan valiente como su hijo y ha sabido luchar para mantener una familia unida en el dolor.



La mejor manera de homenajearlo a Juan Rava es no olvidarlo. Y esto que digo significa mantener su monumento en buen estado, y no dejarlo en abandono. Muchos vecinos colaboraron siempre y lo siguen haciendo. Desde este lugar pido al municipio que no se olvide de Juan, que no se utilice su nombre sólo en los actos, no cuesta nada mantener el pasto cortado, las rejas pintadas, renovar la bandera y de vez en cuando llevarle un ramo de flores.



Carlos Romano

Director de la Revista Celina Vive!

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