TANGO ARGENTINO (PARTE 135) CARLOS DI SARLI (EL SEÑOR DEL TANGO) Por Alcides Ferrari




En los años del ´30 el mundo se sacudió al desplomarse por la crisis económica el orden mundial, hechos que también afectaron nuestra Argentina y además perjudicó la relación cultural hacia el exterior.

En aquellos tiempos los núcleos criollos más destacados de nuestra sociedad (acrecentados por la inmigración), tenían como referencia los grandes centros europeos e incluso para legitimar nuestros bienes culturales como sucedió con el tango (Primero en París y luego en el resto de las más importantes ciudades).

Entonces más allá de las reglas del poder y la disposición social nuestra cultura para enriquecer su contenido se refugió en “frutos nacionales” de diversos ámbitos de la creatividad que brinda un pueblo. Así crecieron Borges, Hernández, Houssay, Leloir como también Troilo, Discépolo, Manzi, Pugliese y otros grandes.

En el calibre de “esos” innovadores también se destacó un pianista, compositor y director de orquesta que fue el creador de una expresión musical que resiste con un fresco sabor el paso de los años, manteniendo en plena vigencia el “Estilo Carlos Di Sarli”, (Con pizcas de la primera modalidad musical de O. Fresedo y sin tener mucho recelo por el carácter armónico pero dejando ver una personalidad delineada. Di Sarli se ajustaba a un esquema establecido para lograr su atractivo sonoro basado en una rica gama de matices, alternando sucesivos “stacattos” (toques en el piano con un solo dedo), con “ligados” (Unir la duración de dos o más notas), “crescendo” (Aumento progresivo de la intensidad de una nota o un pasaje musical), “contracanto” (llevando con su primer violín melodías paralelas en otra dimensión o con pequeñas variaciones en sus relieves) y los “pianíssimo” (acotación para indicar que un fragmento o una pieza deben ejecutarse muy suavemente o con muy poca intensidad). Todo esto y con sus “Manos y pies mágicos” generaba el sello instrumental único de su orquesta que tocaba un tango depurado de franca contextura y elocuente emotividad que atrapa aún hoy a un enorme número de seguidores apasionados que lo escuchan y lo bailan.

Cayetano Di Sarli nacido el 7-Ene-1903 en Bahía Blanca, siendo de una familia de músicos estudia música en el Conservatorio Williams de su ciudad natal, haciendo obras de Listz y Bach en piano y armonio. Su primera presentación como pianista la hizo en 1916 con una compañía de zarzuelas. Luego trabaja en una confitería en Santa Rosa de Toay (La Pampa) cuyo dueño era amigo de su padre. Sabiendo que el corazón del tango estaba en Bs. As., resuelve viajar en 1923 iniciando un peregrinaje con luces y contratiempos lógicos de la gran ciudad. Alberico Spátola (pariente director de la Banda de la Policía Federal) lo presenta en el ambiente tanguero y comparte su arte ante personajes de turbios cafetines hasta que Anselmo Aita lo lleva a su orquesta. En 1924 trabaja con el violinista Juan P. Castillo y al año siguiente pasa al cabaret Chantecler permaneciendo poco tiempo debido a su carácter enérgico y firme, que lo deja sin trabajo. José Pécora (violinista) lo presenta a O. Fresedo (1926), en la primera noche tiene una discusión que lo obliga a renunciar. En 1927 ingresa a una orquesta que arma Humberto Canaro para actuar en el Café Guaraní (sobre Lavalle entre Esmeralda y Suipacha), se trataba de un sexteto que lo dirige el pianista y allí destaca su inspiración con gran éxito a tal punto que Radio Cultura lo contrata en 1928. Luego la Casa Victor pone sus ojos en ese grupo que toca tangos con timbres diferentes a lo escuchado hasta entonces, grabando 48 temas (del ´28 a 1931 . Continúa sus actuaciones en el teatro Fénix y el Astral, la boite Folies Bergere, Café Germinal y el cabaret Claridge. En grabaciones y radio lo hace con los cantores Santiago Devin, E. Famá y Fernando Díaz).

En 1934 impensadamente se retira de la orquesta y viaja a Rosario participando en el grupo de Juan Cambareri. Regresó en 1936 en la boite La Chaucha y luego reemplaza a Juan C. Cobian en el famoso trío con Cayetano Puglisi y Ciriaco Ortiz, para trabajar en Radio El Mundo. En 1939 forma su nueva orquesta alistando como cantor a un pibe de 16 años llamado Roberto Rufino. Luego vienen Alberto Podestá, Mario Pomar, Oscar Serpa, Argentino Ledesma, Roberto Florio, Jorge Durán y otros más, con músicos de primera como Elvino Vardaro. Deja la música en 1949 para dedicarse a negocios inmobiliarios y vuelve con su orquesta en 1951. Integra en 1958 nueva orquesta (con 20 ejecutantes) de gran éxito pero por razones de salud rechaza ofertas de Italia, Francia y Japón. Es autor de “Milonguero Viejo” (dedicado a Fresedo), “Bahía Blanca”, “Verdemar”, “Porteño y Bailarín”, “Corazón”, “Bien frappé”, “En un beso la Vida”, “Otra vez carnaval” etc. Hasta que una noche el piano se quedó solo porque aquel eximio músico, austero, algo huraño y apegado a lo marcado por Fresedo había falleció (12-Ene-1960) pero nos dejó SU ESTILO delineado por la personalidad del “El Señor del Tango”. Atte. los saluda Alcides Ferrari

Ud. puede leer más buscando el Blog en Google “Milonguero Porteño de Alcides Ferrari”, contiene 25 rubros (artículos de tango y servicios para el turismo en Bs.As. Además, puede escuchar su programa RADIAL, también llamado “Milonguero porteño” los días VIERNES de 13 a 14hs en RADIO INTERACTIVA AM 1290 (EN SU RADIO O CELULAR)

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