EL PERRO Y LA PLAYA Por Dr. Néstor Bonaiuto (Médico Veterinario)




Todo día de playa tiene asegurado momentos de diversión y disfrute que pueden tornarse en preocupación y angustia, sobre todo cuando el plan incluye a nuestro perro. Entre las amenazas que pueden amargarnos a nosotros y a nuestro perro la jornada playera es la que supone el agua del mar, ideal para juegos y para refrescarse con un chapuzón que ayude a soportar el calor veraniego, pero peligrosa si no prestamos atención a nuestro mejor amigo. En tal caso podemos provocar que el animal se exponga a ciertos riesgos que pueden poner en peligro su salud en mayor o menor grado.. Demos un repaso de cuáles son esos peligros que acechan a nuestro perro cuando se dispone a dar un baño, para que así podamos ser previsores y evitar problemas a veces graves:



A) PATOLOGÍAS “PLAYERAS”

1.-INTOXICACIÓN EN PERROS POR BEBER AGUA DEL MAR

El primero de todos por ser el más común y el más sencillo de producirse. Si el perro bebe agua del mar es muy posible que termine intoxicado (al igual que nosotros los humanos) y acabe sufriendo alguna patología que puede ser preocupante o más grave de lo que puede parecer en un principio. La acción de beber agua puede suceder por el simple hecho de no mantener hidratado a nuestro animal con agua dulce y que tenga sed. No olvidemos que el agua salada es perjudicial para estos animales l debido a las elevadas cantidades de cloro y sodio (cloruro de sodio o sal).

Si un perro bebe agua del mar, su nivel de sodio aumentará de manera desproporcional y eso le provocará algunos de estos síntomas: diarrea y quizá explosiva, vómitos, deshidratación generalizada, nervios, mareos, debilidad o falta de fuerza y energía, decadencia anímica, etc. Este estado provocará que el animal pueda deshidratarse mâs aún. El agua salada puede afectar a flora intestinal y eso conllevará que la diarrea persista durante varios días,.Además el agua del mar contiene un nivel importante de toxinas y bacterias que se unen a las algas marinas como componentes que pueden pasar al animal . Es muy posible que la intoxicación se produzca o sea mayor dependiendo de la cantidad de agua del mar que beba el cánido. En cuanto notemos los síntomas, debemos acudir al veterinario lo antes posible para que el animal sea examinado y tratado con rapidez, puesto que el grado de intoxicación puede ser grave o no tan grave, pero ante todo debemos asegurarnos. Antes de acudir a la consulta, si los vómitos o la diarrea no son persistentes podemos llevarlo a un lugar fresco y ofrecerle agua limpia, dulce y fresca para que pueda hidratarse hasta que se le pase. Los días posteriores, puedes optar por darle una dieta basada en arroz hervido con carne de pollo que no contenga huesos para que se recupere, sin descartar acudir al veterinario sobre todo si vuelve a recaer, los vómitos o la diarrea no desaparecen o el animal cuenta con otras patologías o enfermedades que pueden agravar el problema.

2.-OTITIS

Aunque es una enfermedad que puede contraer nuestra mascota en cualquier época del año, en verano es común que aumenten los casos por los baños de los perros en las playas. Un correcto secado y desinfectado de los oídos luego del chapuzón final con alcohol evitará que derive en una otitis.

3.-HONGOS

Al igual que sucede con la otitis, la humedad facilita la aparición de hongos cuando la piel del animal pasa demasiado tiempo mojada o no se seca de manera correcta. Para evitarlo, además de un buen secado, lo ideal es que el animal no pase demasiado tiempo húmedo. Dejemos que juegue en la orilla, pero que descanse cada cierto tiempo para que podamos secarle y evitar que puedan desarrollarse estos microorganismos.

4.-AGUAS VIVAS

Las plagas de medusas son otro peligro constante que el agua del mar supone para nuestro perro y que requiere nuestra atención para evitar que tanto el animal como nosotros podamos pisar o tener contacto con alguna y que nos puedan picar, ya sea en la orilla o si jugamos con la arena. Si bien los perros cuentan con mayor protección que nosotros, la que le ofrece tanto su pelaje como las almohadillas de sus patas, bastante duras y resistentes, tienen otras zonas más sensibles a posibles picaduras como la nariz , la cavidad oral, el abdomen, la región inguinal o n las orejas . Las consecuencias inmediatas serán dolor y muestras de cansancio excesivo, debilidad o nerviosismo. También podríamos notar que tiene dificultades a la hora de respirar y puede llegar incluso a llorar por la sensación tan molesta que le produce el dolor de la picadura. La zona en la que se ha producido la misma podremos localizar heridas cutáneas, un enrojecimiento de la piel o eritema, o bien un edema o hinchazón que causa la acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo. También notaremos que el animal sentirá picazón extremo, y podremos observar protuberancias o pápulas en la piel. En los peores casos, podrían manifestarse calambres musculares, agitación, náuseas y hasta producirse un síncope.

5.-OLEAJE Y FUERTES CORRIENTES DE AGUA

Las corrientes acuáticas y el oleaje son habituales durante el verano y debemos ser muy precavidos para permitir que nuestro perro se dé un baño si estas condiciones están presentes el día de playa. Si nos descuidamos el animal puede introducirse poco a poco y ser llevado por la marea hasta el punto de que le sea muy difícil volver a la orilla. Por no hablar de que el oleaje le puede dificultar al máximo que pueda intentar nadar y mantenerse a flote, lo que puede provocar que se encuentre en grave peligro. Siempre miremos el color de la bandera de playa.

CONSEJOS PARA PROTEGER A NUESTRO PERRO DE LOS PELIGROS DEL AGUA DEL MAR

1. Adiestrar o educar al perro para que sea capaz de distinguir cuál es el agua que puede beber y cuál no será la mejor opción para evitar que la mascota se equivoque y pueda intoxicarse. Extrememos la atención los primeros días de playa y llamémosle cada vez que se disponga a beber agua del mar para ofrecerle en ese momento agua potable. Premiémosle cuando haga caso. Así acabará comprendiendo que cada vez que tenga sed, debe beber el agua que nosotros le ofrezcamos, que será la dulce claro está. No olvidemos por tanto un recipiente para que pueda utilizarlo en la playa.

2. Procuremos que nuestra mascota no se adentre demasiado en el agua y disfrute del baño cerca de la orilla y de nuestra ubicación para que podamos supervisarle constantemente.

3. Descartar cualquier posibilidad de baño para el perro si el agua no se encuentra en buenas condiciones y presenta una suciedad nada agradable ni beneficiosa.

4. Si el animal se ha bañado, secarle bien una vez salga del agua para evitar afecciones como la otitis o la aparición de hongos que se manifiestan por la humedad que intentaremos eliminar.

5. Procurar que descanse cada cierto tiempo y no pase toda la jornada de playa en la orilla para evitar que esté prácticamente todo el tiempo mojado. Y para los descansos, la sombra es la mejor opción.

B) BENEFICIOS DEL AGUA DEL MAR PARA NUESTRO PERRO

Pero no todo va a ser malo o negativo. El agua del mar también aporta beneficios para la salud de los perros, sobre todo en lo que respecta a su piel a la hora de tratar afecciones cutáneas o heridas que afectan al pelaje del animal. Sus propiedades antisépticas y cicatrizantes hacen posible restaurar tejidos que han sido dañados por picaduras o quemaduras que haya podido sufrir el can. Además, el agua salada también cuenta con facultades antibacterianas y antimicrobianas que ayudarán a prevenir posibles infecciones que, de nuevo, puedan afectar a la piel del perro. La dermatitis, la sarna o la psoriasis pueden ser tratadas con agua salada para aliviar y reducir los picores que puedan producir, evitando que al animal se provoque nuevas heridas al rascarse. Todo ello siempre y cuando esa decisión sea aprobada por un profesional veterinario.

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