MI GENERACION Por Fabián Fuentes






El año 1976 me encuentra en el 1º año del colegio secundario, Instituto Cristo Obrero de Villa Soldati, con más preguntas que respuestas. A todos nos ha pasado que el paso de la primaria a la secundaria siempre fue un poco difícil. Ya no había tantos recreos y se sumaban materias y materias para estudiar, pero no todo era malo.

Cuando digo mi generación me refiero a esos chicos y esas chicas de esos años, con ganas de conocer un mundo distinto y por qué no la música, siempre la música.

Algunos más estarán en sintonía conmigo pero de algo estamos seguros, todos llegamos a la música rock en la escuela secundaria, ya sea rock argentino o internacional.

Para mi caso en particular un chico de nuestra clase, Ricardo González su nombre, tenía hermanos muchos más grandes que él y una vez en su casa por cuestiones de estudio, desde un equipo de sonido súper sofisticado se escuchaba Led Zeppelin y Deep Purple. Me estalló la cabeza, nunca había escuchado nada de eso.

Ya en 2º año, año 1977, comienza mi amor por esta música y aún tengo los vinilos comprados en ese año, y descubro además las dos revistas de lectura necesaria, Pelo y Expreso Imaginario.

Para el año 1978 ya contaba con varios vinilos de rock argentino e internacional y el departamento de mi Hermano de la Vida, Daniel Cisneros, en Lugano 1 y 2 eran la excusa para estudiar pero junto a grandes amigos se escuchaba la mejor música, rock argentino y bandas de rock inglesas, increíble para jóvenes de 15 años.

Tiempos difíciles aquellos, pero había que salir a la calle, porque no era mucha la oferta musical. Recuerdo el Cine Lara de la Avenida de Mayo, los sábados de trasnoche para ver La Canción sigue siendo la misma de Led Zeppelin y muy poco más, casi nada.

Mi amor por Charly y Luis Alberto es incondicional. Tanto como escuchar a Juan Alberto Badía en Radio del Plata por la noche, particularmente los viernes que transmitía en directo los recitales del Luna Park. Una noche de noviembre de 1977 escuche el Festival del Amor completo en esa emisora.

Faltaba aún algo más, la experiencia de un recital en vivo. Debo confesar que mi debut fue desastroso ya que intentamos con mis amigos ir a ver a Serú Giran en el Auditorio Buenos Aires, en Florida y Córdoba, muy amablemente gente de civil nos hicieron volver para Retiro.

Es por eso que en Diciembre de 1979 a la vuelta de Almendra me dio tanto temor ir, no estaba seguro, pero decían, es un nuevo Estadio que se llama Obras Sanitarias con capacidad para 5000 personas no los van a poder llevar en cana a todos y me fui. Inolvidable, único y desde allí mi amor por el Rock Argentino es único.

En el año 1980 asistí a todos los recitales de Serú y cuantas bandas tocaban y lo bueno de eso era que cada vez éramos más y ya de a poco el miedo no era una compañía necesaria y salimos en busca de la libertad.

Obras Sanitarias era la cita obligada y valga la curiosidad en esos tiempos no había tantos recitales en teatros.

Por qué se llama Mi Generación esta nota, fácil, crecimos con TV, con imágenes en blanco y negro y como dice el Maestro Miguel Grinberg, el difícil arte de ser joven en la Argentina. Sin ninguna posibilidad de expresión hasta los 18 años y vaya que presagio fatídico, los 18 años para mi generación representó y tuvo que enfrentar la penosa y terrible experiencia del conflicto bélico en el Atlántico Sur.

Para esta generación el año 1983 y el regreso de la Democracia en nuestro país significó un aire nuevo, un espíritu renovado y por qué no una esperanza.

Cada persona tendrá sus recuerdos, sus tiempos de juventud, somos la generación que le tocó atravesar todos los cambios posibles, sean estos tecnológicos, culturales, sociales pero siempre con la mejor antena sintonizada con las ondas del momento.

Somos la generación que a pesar de todo no fuimos influenciados por las modas y allí está nuestro ADN, somos en definitiva gente común con esperanzas de un mañana mejor.

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