UNA IMAGEN QUE CUMPLE 20 AÑOS







Al cumplirse 20 años de la realización de la escultura del Sagrado Corazón de Jesús, imagen ubicada en la esquina de Barros Pazos y Olavarría en Ciudad Celina, sus protagonistas cuentan todos los caminos recorridos para convertir esta idea en algo simbólico que representa y da la bienvenida a toda una comunidad que se acerca a la iglesia Sagrado Corazón de Jesús de nuestra localidad. Ellos lo recuerdan de este modo:



Carlos González: “Esto comenzó antes del año 2003”.



Cristina Iglesias: “El proyecto de la imagen del Sagrado Corazón sale de un grupo de gente que trabajábamos en la iglesia, en un momento que a nivel nacional estábamos un poquito shockeados por lo que había pasado en años anteriores”.



Marisa Puricelli: “Con esa desilusión en la gente y viendo la situación, había que ponerle muchas ganas para salir a la calle y comentar a la gente lo que intentábamos hacer”.



Carlos González: “Viendo el lugar, sabíamos que era un lugar estratégico, era el pulmón del barrio, pero había que mejorarlo bastante,,, Faltaba una imagen que se abriera a la comunidad, pero ésta tendría que estar afuera, en el parque, como para convocar, como para recibir…”.



Cristina Iglesias: “Con el esfuerzo del Párroco, en ese momento el Padre Lino, estuvimos recorriendo varios lugares, primero para comunicar nuestro proyecto y para comentar qué tipo de imagen queríamos…”.



Padre Lino Frizzarin: “En el mes de marzo de 2003 se fue definiendo que el Sagrado Corazón tenía que ser realizado en cemento y no en cerámica, que tenía que ser expresión de toda la comunidad parroquial, no solo afectivamente sino también en el aporte que necesitaba su realización… Mientras se sugerían iniciativas para juntar fondos, se fue buscando el taller y el artista que realizara la imagen, se buscó en distintas partes de Capital y el Gran Buenos Aires…”.



Carlos González: “Cuando Cristina y Marisa me comunicaron que era el momento, pensé enseguida en Charly (Carlos Romano)”.



Carlos Romano: “En verdad, me enteré del proyecto a través de Carlos González, fue él quien me pregunta si me animaría a llevar a cabo la idea. Le pedí que me dejara pensarlo un día, porque bueno si bien mi tarea es de artista plástico, pero la escultura nunca fue mi fuerte, entonces era un desafío, no solo llevar a cabo el proyecto, sino llevar adelante una imagen totalmente espiritual y una escultura de tamaño natural”.



Eva Melgarejo: “Al principio era solo un trabajo, una oportunidad de llevar a cabo algo técnico, algo que nunca había hecho a gran escala. Una escultura, todo un desafío porque soy dibujante”.



Marisa Puricelli: “Todo ese camino fue de trabajar día a día, visitando negocios con la venta de rifas, la gente nos preguntaba por qué, y el por qué tenía que ver con darle una esperanza a la gente”.



Cristina Iglesias: “Recordamos los que hemos viajado a Maciel, un lugar de la provincia de Santa Fe, la sede de los sacerdotes Dehonianos del Sagrado Corazón, tienen un espacio para retiros y encuentros, recordamos esa imagen tan hermosa y queríamos hacer algo parecido”.



Padre Lino Frizzarin: “Se trataba de realizar una imagen nueva que expresara bienvenida y un mensaje de esperanza… Luego de tanto andar nos enteramos de la posibilidad de unos artistas a la vuelta de casa, fue así que nos encontramos y empezamos a dialogar con Carlos Romano y Eva Melgarejo, logramos ponernos de acuerdo y les encargamos la obra… Fue un desafío recíproco, para nosotros que no los conocíamos mucho como artistas y para ellos, porque era como jugarse en casa intentando dar lo mejor de sí frente a la comunidad de Villa Celina”.



Carlos Romano: “Empezamos a hacer bosquejos, proyectos de lápiz sobre papel, para que al mismo tiempo toda la comunidad parroquial estuviera al tanto de la idea que nosotros teníamos”.



Carlos González: “De qué material la hacíamos? Esa era la incógnita, tenía que estar hecha de un material que dure…”.



Carlos Romano: “Cuando nos enteramos que la obra iba a estar a la intemperie, quedaban dos caminos, uno era hacerla en bronce, y el otro en hierro y cemento, por supuesto y un poco pensando en los costos, elegimos la segunda opción… La obra está totalmente realizada en hierro, alambre y cemento…”.



Marisa Puricelli: “La noche que Charly nos llamó para avisarnos que estaba lista parte de la imagen en donde ya se sabía la fisonomía que iba a tener… Pensamos que la imagen nos identificaba y que era distinta a otras…”.



Cristina Iglesias: “Una de las cosas que más me impactó fueron las facciones de la cara”.



Carlos Romano: “Nosotros teníamos como referente el Cristo de Maciel (Santa Fe), el Padre Lino nos había alcanzado una imagen, pero en definitiva tratamos de meterle al proyecto algo particular que tenemos los artistas… En verdad, el rostro es lo que más se asemeja a nuestra identidad, nosotros queríamos hacer un rostro que no sea un rostro europeo, sino un rostro americano, queríamos que nuestra comunidad tenga un Cristo propio”.



Eva Melgarejo: “Recuerdo que mi familia convivía con un Cristo en el patio, pasaban en cualquier momento del día y lo saludaban, la gente se asomaba para ver cómo iba el trabajo… Las visitas del cura opinando como si lo conociera a Jesús más que nosotros.

Las investigaciones para que se mantenga en pie, el ensayo y error en las manos, la cabeza. Nos morimos de frío”.



Cristina Iglesias: “Cuando lo vimos terminado nos sentimos identificados con esa imagen, y descubrimos que los artistas tanto Eva como Charly nos habían interpretado…”.



Carlos González: “La impresión que a mí me da la imagen, cuando veo a alguien que se arrima a la reja a pedirle por la familia, por la comunidad, por el trabajo, eso es lo que realmente me impresiona”.



Carlos Romano: “Es bueno reconocer las diferentes emociones que nosotros como artistas sentimos cuando comenzamos a hacer el trabajo, es importante mencionar que toda la comunidad parroquial nos tuvo en cuenta, y eso es importante porque la obra fue realizada por artistas locales”.



Eva Melgarejo: “El momento de la partida fue inolvidable, cuando se lo llevaron en camión por todo Barros Bazos, cuando lo ubicaron en el pedestal, que no se cayera, que no se rompiera!!! Tanto trabajo!”.



Marisa Puricelli: “El día que se colocó la imagen, con una colaboración importante de la Delegación Municipal de Villa Celina para el traslado, fue algo para recordar… El día de la inauguración fue un día de lluvia, la gente se hizo presente igual, me acuerdo que justo en el momento de la entronización, un rayito de sol atravesó la imagen y a partir de ese momento no llovió más…”



Carlos Romano: “El 7 de septiembre de 2003 fue un día inolvidable, fue el día de la entronización de la obra…Fue importante para mí el hecho de haber dejado plantada la imagen, que es como un símbolo espiritual en tiempos tan difíciles como los que se viven…”



Padre Lino Frizzarin: “Hoy la imagen está a la vista… A través de estas líneas quiero agradecer no sólo a los artistas, sino también a cuantos han participado en este proyecto… Nos auguramos que, a través de esta imagen, todos los que la miren puedan reencontrarse con su fe cristiana y con la esperanza que, a partir del Sagrado Corazón, es posible un hombre nuevo y un futuro de esperanza para nuestro país. Esta historia es un signo que juntos podemos alcanzar”.



Eva Melgarejo: “Lo veo y a veces no lo creo. Todavía en pie, cuidando a la gente desde su pedestal, un objeto de devoción por parte de los vecinos. Lo que al principio fue para mí solo una escultura, no le daba ningún valor simbólico. Fue a través de la gente del barrio que lo fui viendo de otra manera. Ahora me sorprende ver que nuestro Cristo esté de pie todavía en Olavarría y Barros Pazos y que pasen los vecinos de Celina se persignen, se paren a rezarle y le lleven flores”.



Carlos González: “Agradecería a la comunidad en gral., a los que estuvieron en el proyecto, pero hay dos pilares fundamentales que son Marisa y Cristina, y a los artistas, porque es un trabajo desmesurado y lo hicieron de corazón, de otra forma no se podría haber hecho”.



Cristina Iglesias: “A toda la comunidad porque estuvieron apuntalándonos siempre, a mi familia, porque le quite un montón de tiempo a ellos y me comprendieron y seguimos adelante”.



Marisa Puricelli: “A la voluntad de la gente de hacer algo en un momento difícil, al apoyo del Padre Lino”.



Carlos Romano: “Estoy agradecido por haber formado parte de este proyecto, no puedo dejar de mencionar todo el trabajo de Cristina, Marisa, Carlos, Emilce, Patricia, Padre Lino. A mi familia, cuando uno se embarca en este tipo de trabajos, la familia está detrás como sosteniendo la idea, a Eduardo Laucella por haber tomado las primeras imágenes y haberlas convertido en un importante documental. No siempre la vida nos da este tipo de oportunidades, dicen que el tren suele pasar una sola vez, nosotros tuvimos la suerte de tomar este tren y embarcarnos en este proyecto. En verdad, esta historia tendría que estar contada por la gente, la gente que colaboró e hizo el esfuerzo para convertirla en un hecho. Nosotros, los artistas, solo fuimos el instrumento que se utilizó para levantar la imagen, para convertir en material la fe y los deseos de Villa Celina”.



Padre Dino Menoncin: “La imagen del Sagrado Corazón desde este lugar tiene un valor muy fuerte frente a la religiosidad de la gente, porque todo el mundo que pasa se persigna, se detiene a rezar, a elevar un pensamiento al Señor, a pedir, a agradecer. Por lo tanto, puesta así en este ámbito, en este lugar, creo que es inspiradora de sentimientos y de pensamientos y de oración, y es un lugar privilegiado dentro del barrio, porque es una imagen que ya está haciendo historia, porque todo el mundo la conoce y se detiene frente a ella”.



(Todos estos pensamientos vertidos en esta nota fueron tomados del DVD Documental “Un símbolo espiritual” realizado por Eduardo Laucella y Carlos Romano y archivo del Nº 68 – octubre 2003, de Revista Celina Vive!)

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