ROCK QUE ME HICISTE BIEN Por Miguel Grinberg



Porque sos el mensajero del alma del universo.

Porque dibujás en el alma caminos de revelación.

Porque entre el sueño y el sol no dejás que la soledad nos digiera.

Porque tus lluvias de energía nutren el jardín de la imaginación.

Porque pueden automatizarte el grito pero no pueden apagar tu incendio.

Porque quienes se disfrazan en tu nombre no conseguirán jamás engañarnos.

Porque le das aliento a los jóvenes asfixiados por las mentiras del siglo.

Porque de ida y de vuelta todos tus caminos llevan a la vida.

Porque en tus circuitos de volcán la neurona salvaje genera planetas donde cada uno de nosotros se convierte en ángel y jugamos a la rayuela con los demonios de la sociedad enferma.

Porque más allá del sexo, la droga y el rocanrol están esperando como en cita eterna o fugaz la ternura, la revelación y los niños del Reino.

Porque nos dejaron indefensos en la ciudad fatal y te inventamos y dejamos que nos inventes.

Porque más acá de los abismos está el fuego y las ganas de vivir aunque duela mucho.

Porque sos también el idioma que se abre en las tripas para parir emociones puras.

Porque no es el mundo lo que se acaba sino la puerca ilusión que nos vendió la escuela.

Porque en el parlante del cosmos eléctrico todos somos indómitos fragmentos de luz ardiendo como reflectores en el vacío del tiempo.

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