FAMILIAS RASGADAS Por Lic. Sergio Korman




Aquellos que me conocen, saben de mi devoción por William Shakespeare. Con sorpresa, estamos asistiendo, estos días en nuestro país – quizás en otros esté pasando algo similar, por ejemplo, sé de un libro que se publicó en EEUU sobre la familia Trump- a dos acontecimientos, que se cruzan temporalmente, y cuyas tramas son prácticamente análogas, de ahí me referencia al bardo de Stratford-Upon-Avon, hermosa localidad que tuve la suerte de recorrer.

Shakespeare vivió las últimas décadas del siglo XVI y las primeras del XVII, o sea, pleno Feudalismo. En ese sistema, que “muere” con la Revolución Francesa y, fundamentalmente, con la Revolución Industrial, oh casualmente…en la Inglaterra del bardo (ese fue, y es, el apodo de William Shakespeare), el PODER pasaba por, precisamente, los FEUDOS, gobernados por Reyes, Reinas, un poder que circulaba de padres a hijos, los Príncipes y Princesas, de allí las SUCESIONES, a veces, armoniosas, o, en “paz”, pero la mayoría de la veces, no tan armoniosas, sino conflictivas, en general sangrientas, intoxicadas por peleas intestinas, viralizadas muchas veces por poderes de otras latitudes, y “alianzas” con otros poderes vecinos o lejanos. DE ESO TRATA, CASI TODA LA OBRA DE SHAKESPEARE. Las célebres TRAGEDIAS, como Hamlet, Ricardo III, Henry V, Medida por Medida, o incluso Romeo y Julieta, donde el poder, ahí, queda atravesado por el genuino AMOR, o en todo caso, el amor puro y real, es envenenado por el poder de dos familias.

Las obras del bardo, muchas de ellas retomadas en su análisis, nada menos que por Sigmund Freud, y por Jacques Lacan, tenían formato de OBRAS DE TEATRO, y se materializaron en el célebre TEATRO GLOBE (tenía forma global, o sea, un círculo cerrado, donde se llenaba de público, que casi invadía el escenario), construido por el Bardo mismo, que pereció en el famoso Incendio de Londres, pero fue reconstruido, y hoy funciona, al borde del Támesis.

Pero resulta que hoy el poder es el Capitalismo, y circula entre familias, también, que construyen distinto tipo de conglomerados económicos y financieros, familias donde también allí, como diría mi abuela, SE CUECEN HABAS, o sea, como en épocas del bardo, circula el VENENO, a veces de manera figurada, y en ocasiones, de manera REAL (como en los casos de las muertes “dudosas” de funcionarios o ex funcionarios, o periodistas que investigan a Putin, en la lejana Rusia actual).

El caso Dolores Etchevehere, con la participación de un personaje realmente shakesperiano, Juan Grabois, y el libro de Santiago O Donnell, “Hermanos”, donde Mariano Macri, pasa a ser, también él, una suerte de Hamlet, una suerte de, como Dolores (qué nombre le pusieron!!!), pasan a ser OUTSIDERS de sus propias familias, ambas con enorme poder, ambas tramas podrían haber sido, perfectamente, material para que el bardo engrosara su rica producción literaria.

Las tramas acá nos llevan al siglo XVI o al XVII, familias donde hay un MANDATO, que se debe respetar. Ese mandato es, el SER PARTE, el compartir todo, lo bueno y lo malo del Circuito Familiar, y nunca “abrirse” a un AFUERA, considerado como AJENO y ENEMIGO, por naturaleza.

Familias donde, como en tantas otras familias, y eso es parte de mi quehacer como psicoanalista, el dejar-de-ser-parte, es una decisión peligrosa, dolorosa, y como toda decisión peligrosa, y dolorosa, debe emprenderse CON SUMO CUIDADO, para no generar heridas, emocionales o directamente REALES, en los otros, y fundamentalmente, EN UNO MISMO.

El distanciamiento, el alejamiento, como intentó Dolores, o como sugiere Mariano, tanto de las familias de origen, como de LOS MÉTODOS que tales familias utilizan, para ser lo que son, para llegar a ser lo que son, no es, jamás, un trabajo sencillo, y mucho menos, SIN COSTO.

Es un trabajo -el distanciamiento, la DIFERENCIACIÓN de un Origen, de un Mandato- que debe transitarse, no sin dolor, y fundamentalmente, no sin análisis, con ayuda de un profesional de la salud mental, o sin ayuda, o con ayudas genuinas, pero nunca sin pensar en las consecuencias, y, lo más importante, y es lo que les expreso a mis pacientes, una y otra vez, hasta el cansancio, NO SIN COSTOS.

En los distanciamientos, en las separaciones, en TODAS, y mucho más en éste tipo de situaciones familiares, con familias de mucho PESO (en el doble sentido de la palabra), quien ha tomado tal decisión, de manera racional y convencido/a de ello, debe asumir, GENUINAMENTE, y no "de boquilla”, que VA A PERDER, amistades, vínculos familiares muy cercanos, dinero, propiedades, etc., pero esa decisión también incluye un GANAR, ganar autenticidad, ganar subjetividad, ser UNO MISMO. Y ser uno mismo, si uno se lo propone, y es capaz, y la fortuna ayuda, y las buenas elecciones posteriores, también va a resultar en ganancias materiales futuras, con la tranquilidad emocional y moral de ser estas un producto auténtico, personal.

De lo contrario, si el camino “elegido”, es el del rencor, y la continuidad del conflicto eterno, la revancha como objetivo, la “justicia”, esto sólo marca, como en las obras de Shakespeare, que uno no se ha propuesto de manera genuina, ser diferente, construir otra cosa con su vida, DECONSTRUIR-SE Y RECONSTRUIR-SE.

Un ejemplo histórico ha sido el del príncipe Siddhartha, convertido en “religión”, en BUDA (el “iluminador”), alguien que genuinamente se distanció de su origen, y generó una nueva filosofía de vida, buena o mala, pero DISTINTA, GENUINA, AUTÉNTICAMENTE PROPIA.

Ha habido cientos, miles, de casos como ese en la Historia, no tan célebres. Héroes anónimos, que han sabido desprenderse y, fundamentalmente, CONSTRUIR algo propio, algo genuino, sin mirar atrás.

Porque mirar atrás, como reza el “mandato” bíblico, nos puede convertir en Estatuas de SAL.

Lic. Sergio J Korman (UBA) / MN 12678 / Consultas, comentarios: Tel. 11-6223-0623

kormansergiojavier@yahoo.com.ar

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