DANIEL RIPOLL: UN VISIONARIO DE LA CULTURA ARGENTINA Por Fabián Fuentes

Para el año 1977 en mi trayecto al Instituto Cristo Obrero de Villa Soldati, lugar donde cursé mis estudios secundarios, diariamente tomaba el colectivo 143 desde Villa Celina para bajar en Avenida Cruz y Avenida Lafuente.

En esa esquina había un puesto de diarios y entre revistas de todo tipo asomaba una que se llamaba Pelo con la tapa de uno de mis ídolos Peter Frampton con su reciente disco que causó furor “Frampton Comes Alive”.

Ya en la escuela, entre amigos se comentaba que en esa revista contenía todo lo que a nosotros nos gustaba y no lo dudé, la compré y desde ese día me hice fan, con ejemplares de todos los años venideros que atesoro con mucho cariño.

La tecnología y las redes sociales hicieron posible conocerlo personalmente a Daniel Ripoll. Siempre le estaré agradecido.

En el número 142 de la Revista Pelo en el marco de la llegada del Grupo Queen a la República Argentina en el año 1981, Daniel Ripoll decía entre otras palabras “Nosotros somos los campeones, esta música de rock y este público romántico que la ama, que fueron ignorados, bastardeados y maltratados por los grandes medios durante años y años, que estuvieron relegados de la difusión, que soportaron los motes de “música-ruido” y “sordos”, no pueden dejar de observar con una sonrisa la locura de la prensa, la televisión tratando de captar el espectáculo, los diarios y los semanarios muertos con el arte de Queen. Pero todo está bien, abramos el camino, dejemos que los recién llegados sientan el abrazo de alegría, de amor y de vanguardia de esta música. Seamos orgullosos y gocemos un poco la vanidad de haber tenido razón. Perdonémoslos”.

De allí hasta hoy llegamos al merecido reconocimiento de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, declarando a Daniel Ripoll como Personalidad Destacada en el ámbito de la Cultura. El acto contó con la presencia del diputado mandato cumplido, autor de la iniciativa y actual Subsecretario de Políticas Culturales del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Roy Cortina; el músico, Nito Mestre; la bailarina y actriz, Katie Aleman; el Director Coordinador General de la Biblioteca del Congreso de la Nación, Alejandro Santa, además Miguel Krochik y el grupo Doctor Pimienta brindaron un show musical.

Dijo Cortina: “Nos propusimos trabajar en este tipo de reconocimientos con una mirada amplia de la cultura, en el entendimiento de que muchas personas anónimas y conocidas trabajaron ideas que revolucionaron la cultura” y destacó que Ripoll es “un visionario que sabe captar el espíritu de la época”.

Daniel Ripoll es considerado uno de los padres fundadores del género. Con una formación en periodismo, lengua y comunicación en la Université Sorbonne Nouvelle y una diplomatura en Producción Editorial por la Universidad Nacional de Villa María de Córdoba, ha publicado en los periódicos de Buenos Aires Correo de la Tarde y La Razón.

En 1968 fue el secretario de redacción de Revista Pinap, la primera revista sobre rock del país (fundada y dirigida por Nora Smolensky de Bigongiari) y luego, en el mes de diciembre de 1969, fundó Revista Pelo, una publicación emblemática que se transformó en la cuna de quienes se convertirían en destacados profesionales del rubro. A lo largo de sus 33 años de existencia, Revista Pelo se constituyó como una de las publicaciones más longevas del país y se consolidó como referente cultural y social.

Asimismo, fue el fundador de más de veinte títulos editoriales en Argentina, destacándose publicaciones como Toco & Canto, Generación X, Metal, Leyendas, Mad y Metrópolis, entre otras.

En noviembre de 1970, Ripoll fundó el Festival B.A. Rock, que se convirtió en un encuentro fundamental para el lanzamiento de grandes músicos argentinos. Sus distintas ediciones se llevaron a cabo en 1970, 1971, 1972, 1982 y 2017, consolidándose como eventos cruciales en la historia musical del país

“Esto es profundamente emocionante, pero me di cuenta ahora que siempre he vivido de las palabras”, puntualizó Ripoll. Finalmente Mestre contó cuando conoció a Ripoll y concluyó: “En estos más de cincuenta años dejó algo que valió la pena, un momento que continuó y que sigue, dejó sembrado algo para siempre”