UN PIANO CON HISTORIA Por Fabián Fuentes


El pasado 14 de Junio y con la presencia de varias de las “Glorias Patricias de la Música”, en palabras de Daniel Ripoll, el reconocido fundador de la Revista Pelo que ofició de presentador, Litto Nebbia deslumbró a los presentes interpretando algunos de los temas compuestos en el viejo piano Schiedmayer, el mismo que ya forma parte del hall central del Espacio Cultural BCN.

Pocas veces un evento ha logrado reunir a tantos artistas estelares del rock nacional como Moris, Ricardo Soulé (Vox Dei), Emilio del Guercio (Almendra y Aquelarre), Claudio Gabis (Manal), Isa Portugueis (La Pesada del Rock and Roll y Sui Generis), Aníbal Forcada (Oveja Negra, Nito Mestre y León Gieco), Ronan Bar (Orion´s Beethoven y Pelvis), Cristina Dall (Blancanblues), Fernando Vecchio (Las Pastillas del Abuelo), Claudio Kleiman, Claudio López, Miguel Krochik, Fabio Scaturchio, Conejo García, Fabián Zorrito Von Quintiero (Charly García, Sueter, Ratones Paranoicos); solo para mencionar algunos.

En nombre de todos ellos, el autor de “Presente”, el gran Ricardo Soulé, manifestó su alegría de compartir este encuentro con quienes “nos enseñaron el idioma del rock cuando en Argentina no había libertad. Estamos celebrando este acto de amor de Litto y su familia, al público y a la música.”

Como no podía ser de otro modo, la emoción se abrió paso en el auditorio. Los recuerdos, las risas y las lágrimas acompañaron la voz de Litto Nebbia que asistió acompañado por su esposa.

Alejandro Santa, Director Coordinador General de la BCN, señaló que “este es un camino iniciado que no culmina esta noche”. Luego de agradecer a Litto y a todos los presentes el honor de haber elegido la Biblioteca para conservar este piano. Manifestó que “este instrumento no va a ser exhibido como pieza de museo sino que queremos presentarlo como algo vivo, que pueda ser utilizado por quienes nos visitan.”

Finalmente, se entregó un presente a Litto Nebbia y se firmó el acta formal de la donación del piano. “Desde hace tiempo que imaginamos a nuestra biblioteca como un lugar de encuentro, porque somos mucho más que libros, somos depositarios de una parte del acervo cultural de nuestro país”, agregó.

En su carta, leída en la ceremonia, Litto expresó cuáles fueron los motivos que lo llevaron a donar su piano, su valor, y el por qué eligió a la Biblioteca del Congreso para hacerlo:


EL PIANO SCHIEDMAYER

“Pasan muchos instrumentos por la vida de un músico. Algunos se extravían, otros terminan desplazados por el paso del tiempo. Pero están los que quedan grabados en la memoria afectiva por diversas situaciones.

Con este piano vertical alemán SCHIEDMAYER de Stuttgart, 1900, escribí muchas canciones entre 1982 a 1994. También compuse en su teclado algunas bandas sonoras y la música de álbumes como “Demasiadas maneras de no saber nada”, “Musiqueros”, “Nostalgias del Harlem español” o “Buscando en el bolsillo del alma”. Canciones muy queridas como “Dos que ya no cambian”, “Música para las estrellas”, “Yo no permito” o “Sereno, como aquellas mañanas”, entre tantas otras, nacieron con este piano. Pero a la vez, por infinitas razones, también ha sido de alguna manera el piano familiar con el que trabajé mucho en mi casa desde que regresé al país luego del exilio y en vísperas del nacimiento de mi hija, Miranda, en 1982.

Nunca confié en donar un instrumento musical o cualquier objeto de arte a una institución. Siempre me detuvo el prejuicio de cómo sería cuidado, su conservación, su exhibición y su uso en general.

El deambular de nuestra profesión me llevó hace unos años a tocar y conocer el funcionamiento de la Biblioteca del Congreso de la Nación. Quedé muy sorprendido al conocer a gran parte del personal y reparé en el especial cuidado que ponen sobre todo el material que llega a sus manos. Así fue que hace muy poco tiempo se me ocurrió la idea de entregárselo a la Biblioteca.

Hoy día tengo otros pianos y este querido SCHIEDMAYER permaneció en la casa de mi hija hasta después de que falleciera su madre. Luego, fue mudado a su casa actual con la esperanza de que algún día a sus pequeñas hijas, Laia & Lea, les entusiasme tocar piano. Pero mientras tanto es un instrumento que nadie toca y solo cumple para nosotros la función del recuerdo. Entonces se me ocurrió… por qué no compartir con el público tantos recuerdos que encierra, y a la vez incentivar el cuidado y la preservación de los elementos e instrumentos que el paso del tiempo va transformando en históricos”.



FUENTE: NOTICIAS CON ENFOQUE

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